Josep Maria Subirachs (1927-2014) fue un escultor, pintor y grabador catalán, reconocido por la diversidad de estilos y períodos que abarcó en su carrera. Inicialmente influenciado por el Noucentisme, Subirachs evolucionó hacia un estilo expresionista, entre 1953 y 1957, centrándose en la representación emocional y las formas dramáticas. Esta etapa culminó con el conjunto escultórico para el Santuario de la Virgen del Camino en León, inaugurado en 1961, donde combinó fuerza y espiritualidad, mostrando su habilidad para fusionar lo tradicional con lo contemporáneo.
Después de 1957, Subirachs adoptó un enfoque más abstracto y geométrico, experimentando con volumen virtual y diversos materiales como hierro y bronce. Creó importantes esculturas públicas como «Forma 212» (1957, Barcelona, Hogares Mundet) y «Las Tablas de la Ley» (1958, Barcelona, Facultad de Derecho). Sin embargo, en 1965, concluyó que la abstracción podía ser críptica y elitista, por lo que optó por la nueva figuración, uniendo elementos abstractos y figurativos para hacer su arte más accesible.
La nueva figuración permitió a Subirachs explorar temas profundos con claridad visual, utilizando líneas definidas y formas reconocibles para abordar conceptos universales como el amor, el sufrimiento y la espiritualidad. Este cambio de enfoque lo acercó a un público más amplio y consolidó su posición como uno de los artistas más influyentes de su época.
En 1986, Subirachs recibió el encargo de crear el conjunto escultórico para la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia en Barcelona. Para representar los últimos días de la vida de Jesucristo, Subirachs retomó su estilo expresionista, con esculturas caracterizadas por líneas angulares y fuertes contrastes de luces y sombras, creando un efecto dramático y poderoso. Su contribución a esta fachada es uno de los elementos más reconocidos del templo, generando tanto admiración como debate por su audacia. El uso de figuras geométricas y estilizadas permitió a Subirachs abordar el tema religioso desde una perspectiva moderna y conectarse emocionalmente con el público. Su compromiso con el arte religioso contemporáneo ha hecho que la fachada de la Pasión sea un elemento icónico de la Sagrada Familia.